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Al norte de Lanzarote, al pie del volcán Monte de la Corona, cuya última erupción fue hace 3.000 años, comienza uno de los sistemas de cuevas y tubos más interesantes del mundo.
Están situados al norte de la isla, unidas al mar por secretas y profundas galerías subterraneas. Ofrecen un aspecto paradisiaco entre las caprichosas formas que le dieron los volcanes durante milenios y las que le dió Cesar Manrique en este siglo. Este insigne artista respetando la pureza del entorno presentó, en este universo de color, reflejos y luces, la posibilidad de disfrutar de bellísimas salas de baile, restaurantes, bares y piscinas de agua cristalina e invitante. Entre tantos habitantes de las cuevas, vive aún el langostino blanco, completamente ciego, especie antiquisima que perdió su color rosado y la vista al adaptarse durante milenios a los oscuros laberintos de las cuevas.
El jameo se forma al precipitarse el techo del túnel, lo que suele suceder cuando éste pasa de 20 metros de anchura, o bien, los gases acumulados producen una explosión. Los jameos en los cuales se delatan la presencia de los tubos volcánicos y a través de varios de ellos se puede observar el recorrido de tales tubos.
Los Jameos del Agua fueron la primera atracción arquitectónica diseñada por César Manrique en 1968.
Subiendo por una escalera serpenteada a la próxima burbuja volcánica, el Jameo Grande, de 100 metros de largo y 30 de ancho, se llega a un jardín encantador con amplia piscina. Se han construido dos bares en los nichos de las rocas y las pistas de baile dan testimonio de que los jameos se utilizan también como discoteca y club nocturno.
Al final del Jameo Grande, en la parte que da al Monte de la Corona, se abre una sala de conciertos de corte oblicuo, con arquitectura y acústica admirables, en la que se dan conciertos y actuaciones de ballet.
Al pie de esta cueva se encuentra un gran escenario, que se prolonga hasta la próxima y última burbuja accesible al público: El Jameo de la Cazuela, en cuyo extremo de la roca surge agua salada al igual que un manantial en los montes.